Pero el ejemplo más práctico de que cuando uno ve a un oso debe, de inmediato, poner los calcañales en polvorosa lo ofrece el siguiente suceso, ocurrido en Pennsylvania: una mujer de ese estado resultó muerta instantáneamente de un puñetazo propinado por un oso de 160 kilogramos, reportó CNN.
La pobre Nelly Ann Walz, de 37 años, intentó alimentar al animal que, según dice el cable, tenía tres metros de estatura, lo cual me parece mucha estatura para un solo oso.
Las autoridades locales investigan el hecho y el mamífero ya no podrá repetir su fechoría, pues lo cosieron a tiros.
Otra información procedente de la norteña nación revela que una banda de mapaches atacó a una anciana de 74 años. Lo que no dice es en que estado quedó la susodicha.