martes, abril 03, 2007

Malquerido

En Bosnia, un hombre organizó su propio funeral para verificar cuántas personas lo querían lo suficiente como para brindarle el último adiós. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa, pues solo lo fue a despedir su madre. Decepcionado por la «escasa» asistencia, Amir Vehabovic, de 45 años, quien espiaba desde los arbustos cercanos a la casa mortuoria, escribió una carta a los 45 invitados a su velorio dando cuentas de lo mucho que le costó obtener un certificado de defunción falso y sobornar a varios empresarios fúnebres para que le llevasen un ataúd vacío, por lo cual los exhortó a cubrir los gastos y así demostrar su amistad. ¡Qué clase de tipo!

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