lunes, agosto 06, 2007
Puja, puja!
Un ladrón indio que robó un collar de oro y se lo tragó, ha sido forzado por la policía a comer platanitos con la esperanza de que ese laxante natural permita recobrar la joya. Sheij Mohsin, de 36 años, arrebató la alhaja, valorada en 1 110 dólares, a una mujer en Calcuta. A pesar de que la policía le efectuó un registro minucioso, el collar no apareció, y Moshin se hizo el inocentón, pero un testigo dijo haber visto cuando se lo tragaba. Una radiografía comprobó lo dicho, y los médicos recomendaron... plátano, mucho plátano maduro. El caco se negó, pero al ser advertido de que podría ser operado para recobrar la joya, transigió sin demora, y ya se ha comido 40 frutas. ¡Puja, puja, muchacho, que ahí viene la cuchilla!
Decana se gradua
La vida es una escuela que solo concluye con la muerte, reza un proverbio que al parecer la australiana Phyllis Turner se tomó muy en serio para convertirse en la persona más longeva en obtener un título universitario de máster. A sus 94 años, esta tatarabuela, que comenzó a estudiar antropología a los 70, adquirió su diploma de Maestría en Ciencias Médicas por la Universidad de Adelaida, una de las más prestigiosas del «país continente». Por cierto, la veterana graduada anunció su intención de conseguir el Doctorado. ¡Así se hace, abuela! ¡Eso sí es optimismo!
Superdedo
Decirle al chino Ji Fengshan que no apunte el dedo contra una persona, cumple sin dudas con los buenos modales, aunque también puede salvarle la vida al «señalado», quien tal vez desconozca las increíbles facultades dactilares de este hombre de 56 años, capaz de empujar hasta cuatro autos o levantar sin problemas un ladrillo de 270 libras de peso sirviéndose únicamente de su índice. Pero el don de Fengshan tiene aplicaciones que van más allá de la amenaza y sus aportes a vehículos varados son asombrosos, pues en vez de requerir un remolque para empujarlo, Ji solo precisa de un dedo para ponerlo a rodar. ¡Con un dedo así, quién necesita «manos amigas»!
miércoles, agosto 01, 2007
Monumental bocadillo
Un «tentempié» compuesto por 30 salsas, 15 huevos fritos y tres platos de frijoles fueron el desayuno del huésped más glotón que pueda recordar cualquier chef. Lo único no incluido en la cuenta pagada por Barry Bradley fue el tenedor del hotel Premier Travel Inn, en Gran Bretaña. El sujeto tardó tres horas para poder ingerir sus 15 desayunos, aunque la verdadera sorpresa para los demás comensales llegó cuando Bradley pidió seis porciones de cereal como postre. ¡Menos mal que respetó el tenedor!
Tomar y rodar
Menudo retrato logró la cámara que captó la cara de sorpresa del policía estadounidense que arrestó a una niña de sólo 11 años por manejar bajo los efectos del alcohol y a más de 160 kilómetros por hora. La bisoña conductora fue perseguida por la policía durante la madrugada tras sobrepasar el límite de velocidad. Cuando el agente trató de darle el alto con las luces y la sirena, la niña pisó el acelerador pero chocó con otro vehículo. Así, al acercarse, pistola en mano, el policía no podía dar crédito a lo que veía. La menor, que solo sufrió heridas leves, ha sido acusada de conducción temeraria y fuga. ¡Hum, de armas tomar la niñita!
Riegocidio?
Una estadounidense de 70 años de edad fue arrestada de manera enérgica y puesta brevemente tras las rejas por no regar correctamente su jardín. Descontento con el estado del césped de Betty Perry, un policía decidió multarla, pero ante la oposición de la anciana, la tiró al suelo para arrestarla, hiriéndola en el codo, la rodilla y la pierna. Afortunadamente, la mujer fue liberada tras denunciar las insólitas «circunstancias» de su detención. En cuanto al policía, seguro no tendrá inconvenientes para cambiar de profesión, puesto que su talento reside en valorar el tratamiento del césped. ¡Suspendido!
Noche de ronda
No fue un sueño ni los efectos secundarios de la bebida, sino dos elefantes reales que, tras escaparse de un circo, deambulaban «como si nada» por las calles de la ciudad canadiense de Newmarket durante la madrugada. Así lo constató un vecino, tras despertarse por las fuertes pisadas de Bunny y Suzy, los cuales aprovecharon su «paseo» para tomar un leve refrigerio en los árboles cercanos. No en vano fue también el desconcierto del policía de guardia que atendió la llamada de emergencia y pensando que se trataba de una broma le sugirió al denunciante que fuera a hacerle compañía a los paquidermos, preferiblemente, junto a su señora madre.
Chocotránsito
Premiar con dulces el buen comportamiento suele ser una estrategia para el entrenamiento de animales, y a veces hasta para la crianza de los hijos. Sin embargo, la policía suiza espera que se convierta en una útil herramienta para disminuir las infracciones de tránsito e incluso ya la puso en práctica distribuyendo tabletas de chocolate a los automovilistas que, durante los controles de carretera, no cometan ninguna infracción. La iniciativa, bautizada como «Gracias», pretende potenciar el respeto a las normas de tránsito en los cantones helvéticos, aunque sea a expensas del gusto por las confituras, en especial el chocolate.
Baño de verano
En estos días de verdadero sopor, el baño, más que una necesidad, es un placer; aunque hay quienes se toman el calor más en serio, como el británico Lewis Pugh, quien se convirtió en la primera persona en zambullirse en las aguas del Polo Norte y nadar a lo largo de un kilómetro. Pugh tomó su gélido baño para demostrar los efectos del calentamiento global sobre las aguas polares. Una vez adquiridas las condiciones que le permitieran nadar sin morir de hipotermia, se lanzó al agua y braceó durante 18 minutos soportando los dos grados bajo cero del agua polar. ¡Eso sí es adorar la playa!
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