Un anciano de Guadalajara, México, sembró el pánico entre sus parientes cuando apareció en taxi a la afligida ceremonia de su propio velorio. En realidad velaban las cenizas de un desconocido entregadas a la familia por el error de la Cruz Roja, en cuyo hospital fue internado Rodolfo Becerra López, de 77 años, que padece demencia senil y olvida dónde vive, y de donde se escapó. El mismo día un hombre similar a él fue atropellado cerca del hospital, el personal lo confundió y entregó el cuerpo a la familia errónea.
El cadaver fue cremado y las cenizas se velaban en el hogar de la familia Becerra. Fue entonces cuando el mismo Rodolfo llegó tras estar extraviado por cinco días. Los familiares de Rodolfo devolvieron las cenizas a la Cruz Roja. Ahora será casi imposible identificar a quién pertenecían los restos velados.Mientras que la familia de Rodolfo tendrá que interponer un juicio para demostrar que Rodolfo permanece vivo.
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