Un comerciante chino intenta desde el lunes comprar un coche nuevo en un concesionario de la ciudad de Xianyang (oeste), pero la transacción se ve demorada porque el hombre quiere hacerlo con 300 kilos en monedas y ningún banco acepta la particular forma de pago.
El hombre de apellido Wang, estaba decidido a llevarse su nuevo vehículo. La sorpresa fue para el vendedor de autos cuando Wang abrió la compuerta trasera de su furgoneta y comenzó a sacar sacos repletos de monedas de un yuan (equivalente a 0,13 euros), 50 y 10 céntimos que sumaban los 60.000 yuanes (6.500 euros) que costaba el coche. Varios bancos no recibirían el deposito, por el tiempo que les demandaría contar las monedas. Solo un banco aceptó un máximo de 15 mil yuanes.
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