lunes, marzo 26, 2007

Anjá!

La desorientación le jugó una mala pasada a un joven argentino que, tras robar una motocicleta, se extravió, y al pedirle ayuda a un hombre en una esquina, recibió una lluvia de puñetazos... del que resultó ser la víctima del atraco. No menos perplejo quedó el dueño del vehículo, quien luego de hacer la denuncia, vio delante de sí al que minutos atrás lo había asaltado. Así, aprovechó la confusión para derribar al ladrón a puñetazos. Su reacción fue seguida por unas 40 personas que pronto rodearon al infortunado malandrín, el cual debió ser rescatado por la policía y conducido a un hospital con el rostro más que amoratado. Para la próxima, ¡sal con una brújula!

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