jueves, marzo 29, 2007

No verá, pero ...

En España, un tribunal absolvió de todo cargo a un ciego acusado de estafa por su compañía de seguros, tras ser interceptado mientras conducía a 154 kilómetros por hora. El juzgado consideró que Domingo Merino es, en efecto, invidente desde que sufrió un accidente automovilístico en 1996. Desde entonces, la aseguradora se resistía a pagarle su indemnización de 500 000 euros, sospechando que pudiera ver más de lo que afirma. Sin embargo, la explicación de Domingo, fue muy sencilla: por nostalgia de sus antiguas hazañas al volante, le pidió a su mujer que le cediera el timón en un tramo recto que, según él, conoce de memoria, y así fue sorprendido por exceso de velocidad. Nada, que Domingo no ve, ¡pero sí corre...!

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