martes, junio 26, 2007
Duérmete, niño
En Alemania, un adolescente de 17 años desconectó el respirador artificial de su vecino en la unidad de cuidados intensivos de un hospital porque consideró que el ruido que producía el otro paciente era tan molesto que no lo dejaba dormir. Hermann Berghof, de 76 años, estuvo muy cerquita de abandonar su cama cubierto por una sábana, y no por causa natural, luego de que Frederik Moelner, decidió mitigar su insomnio desconectando la máquina que mantenía con vida al anciano. Afortunadamente el personal médico notó la intención y actuó con prontitud, devolviéndole un «respiro» de alivio al sofocado Hermann. Pero el tropelaje que ocasionó, supuso un malestar auditivo todavía mayor para el joven Moelner, del que no se sabe si irá a dormir ahora a la cárcel. ¡Por favor, inyéctenle un diazepán para que descanse!
Graduado o solterón
Un campesino indio que decidió contraer matrimonio tras graduarse de la Enseñanza Secundaria desaprobó su examen final por vez número 38, aunque aseguró que seguirá intentándolo y que cumplirá con su promesa. Desde 1969, cuando decidió que su boda sería como bachiller o no sería, Shiv Charan Yadav intentó convertirse en un digno aspirante al altar en 38 oportunidades, no buscando una novia, sino presentándose en vano a los exámenes de escolaridad. «Cuando pase me voy a casar con una chica de 30 años», manifestó Yadav, si bien luego de suspender Matemáticas, es poco probable que conozca la diferencia entre sus 73 años y los 30 de la hipotética compañera.
Estafa singular
Se disponía a asaltar un taxi, pero terminó acudiendo a la policía para denunciar lo insólito: el robo de su billetera a manos de su presunta víctima... el taxista. Ya lo dice un tango, «cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón», y ello lo constató el alemán Albert Hoffmueller, un atracador devenido presa que acudió a las autoridades para reclamar justicia, aunque terminó en la cárcel luego de que el taxista aclarara que la única intención de este «inocente» era robarle la recaudación del día. Así, los agentes no tuvieron reparos en devolverle la billetera al malandrín, junto a un par de esposas. ¡Sorpresa!
miércoles, junio 13, 2007
Baleada
En China, un equipo médico puso fin a los 64 años de jaquecas de una anciana, tras extraerle del cráneo una bala que la «acompañaba» desde la Segunda Guerra Mundial. Jin Guangying, de 77 años de edad, era apenas una adolescente en 1943 cuando fue interceptada y tiroteada por una patrulla japonesa. Sus migrañas se agravaron sin que tuviera conciencia de que alojaba un cuerpo «extraño» en su cabeza, luego comenzó a echar espuma por la boca y hablar incoherencias de vez en cuando, por lo cual su familia pensó que padecía de un tumor hasta que por fin se sometió a una prueba de rayos X, y... ¡Sorpresa!
Peletero, no?
En Estados Unidos, la policía recuperó más de 1 500 pares de calzado, tras capturar al hombre que los había robado de armarios escolares en los últimos dos años, luego de colarse en los colegios por las noches. Las autoridades identificaron al ladrón gracias a una cámara de seguridad que lo grabó con las manos en la masa de zapatos. El botín fue encontrado en la casa del truhán y en un depósito alquilado, donde los guardaba, al parecer, para olerlos. Nada, que para gustos también se hicieron los olores.
A toda máquina
Un alemán fue multado por agentes de tránsito de la ciudad de Ventschow, tras conducir en estado de embriaguez. De nada sirvió que Kai Werner explicara que horas antes había tomado «unas pocas copas» en una fiesta y luego emprendió el regreso por sus propios medios, una silla de ruedas. Según el test de alcoholemia Werner superó hasta diez veces el límite establecido por la seguridad vial alemana para conducir por una ruta provincial; por eso lo tildaron de «peligro sobre ruedas» y lo multaron, sin importar el medio de transporte que usaba.
Aló, Dumbo?
Si existe un animal que nunca necesitará el teléfono ese es el elefante. Así lo constató un equipo de investigadores de la universidad de Stanford cuando descubrió que los paquidermos se sirven de las plantas de sus patas para «escuchar» la llamada de sus congéneres, gracias a las vibraciones emitidas al andar. Tras grabar en Namibia y Kenia la llamada para alertar a sus parientes de la presencia de leones, el estudio concluyó que los elefantes pueden comunicarse a varios kilómetros de distancia mediante sonidos que emiten en baja frecuencia. Bueno, ya lo sabe, marque el dial... caminando.
Zoo en casa
Un verdadero zoológico casero descubrieron varios funcionarios de la secretaría de Seguridad Pública de la capital mexicana al inspeccionar una vivienda en cuya azotea habitan una pantera, un mono araña y un faisán, entre otros animales exóticos. La brigada acudió al lugar donde el propietario, de 29 años, mostró permisos otorgados por la secretaría del Medio Ambiente por un período de diez años, aunque según los inspectores los animales no cuentan con las condiciones adecuadas para subsistir. De hecho, la «visita» de las autoridades tuvo lugar después de que un hombre muriera en las fauces de un león y un tigre. ¡Ups!
Descuido
Quien la hace, la paga, y más aún si se trata de una metedura de pata y algo más. Así lo comprobó un médico de la ciudad mexicana de Guadalajara que debió indemnizar a una mujer con 700 000 pesos (47 750 euros), tras haberle dejado unas pinzas en su vientre durante una operación realizada hace cinco años. En ese tiempo la paciente sufrió fuertes dolencias en el abdomen hasta que no soportó más y acudió a un servicio de emergencia, donde le descubrieron el utensilio olvidado por el galeno en cuestión mediante una radiografía. Nada, que al menos recuperó las pinzas.
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