miércoles, junio 13, 2007

Descuido

Quien la hace, la paga, y más aún si se trata de una metedura de pata y algo más. Así lo comprobó un médico de la ciudad mexicana de Guadalajara que debió indemnizar a una mujer con 700 000 pesos (47 750 euros), tras haberle dejado unas pinzas en su vientre durante una operación realizada hace cinco años. En ese tiempo la paciente sufrió fuertes dolencias en el abdomen hasta que no soportó más y acudió a un servicio de emergencia, donde le descubrieron el utensilio olvidado por el galeno en cuestión mediante una radiografía. Nada, que al menos recuperó las pinzas.

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