Realmente, cuando alguien tiene un deseo insatisfecho y se propone realizarlo, si persevera llega a triunfar. Y ese es, sencillamente, el ejemplo legado por un granjero de Taiwán, quien se construyó su propio helicóptero de madera, a pesar de no ser ingeniero y solamente contar con una educación elemental.
El avispado constructor de helicópteros de palo realizó su sueño al crear una aeronave capaz de volar a 800 metros sobre el nivel del piso.
“No hice un plano. La única fuente de información que usé fue tomada de Internet a través de mi teléfono celular”, explicó Wu Zhongyuan, de 20 años. Las aspas están hechas con madera de olmo y el motor fue reciclado de una vieja moto. “Tenía ese sueño desde niño: no tener que escalar las montañas y poder ir al colegio en mi propia máquina voladora”, explicó. Y, la verdad, el muchacho apretó.
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