miércoles, mayo 02, 2007
Mordedora
Aunque la tolerancia y el ecologismo casi siempre convergen en un mismo sentido, también pueden entrar en contradicción, como lo demostró una mujer neozelandesa que mordió a otra en el rostro, tras pedirle que apagara su cigarrillo y recibir una negativa. Con varias copas de más, Annie McCullum perdió los estribos y el episodio concluyó con la fumadora en un hospital, esta vez por una afectación lejos de sus pulmones. El médico de turno omitió cualquier comentario respecto a los riesgos de fumar, pues ni él mismo imaginó que el cigarrillo pudiera provocar mordeduras.
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