viernes, julio 08, 2011

Vaya forma de persuadir

Los celos y las escenitas amorosas han provocado que no pocos hagan el ridículo. En ocasiones ha sido mucho peor, incluso hasta provocar el pánico. Como es el caso.
Según me cuentan, un militarote celoso, renuente a que su esposa le diera calabazas, puso a correr a todos los vecinos de su edificio al colocar una bomba en una de las ventanas de su apartamento (el de ella, claro) ubicado en el distrito de San Miguel, al sur de Lima… Y el vecindario, íntegramente, se puso al borde de un ataque de nervios y se rumora que fue necesario repartir tilo, en tanques de 55 galones.
La policía, con eficiencia, hizo detonar la bomba sin causar daños, y el militar, nombrado Garavito Baca (¡qué clase de nombre, caballeros!) le explicó al fiscal que él había puesto la bomba solo con el propósito de persuadir a su adorado tormento para que no lo diera el te… boté.

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