viernes, abril 08, 2011

Equivocación

Víctor Allegrini, un argentino muy entretenido, salió de viaje para la lejana Europa y decidió escribir dos cartas: una para su esposa y otra para la amante… pero cometió el ya repetido error de poner los textos equivocadamente.

El de la mujer fue al sobre de la amante, y viceversa. Ya se imaginarán ustedes lo que le esperaba al regreso: la mujer le planteó el divorcio y la amante le dio calabazas.

Esto le sucedió por el ejercicio indiscriminado de sus afanes donjuanescos.

Escritor profílico

El colombiano Mauricio González también es un enamorado persistente, pero este ni canta ni come frutas, porque son muy caras.

En poco más de tres meses le ha escrito unas 600 cartas a la mujer que pretende conquistar para casarse con ella, seguramente sin imaginarse lo serio que es casarse.
Alguna vez hemos hablado de enamorados a los cuales les encanta enviar misivas a las damas pretendidas, pero estoy seguro de que este le ha ganado a todos los anteriores.
Lo que no se sabe es cómo encuentra temas y argumentos para mantener ese caudal de palabras.

Persistiré ... persistiré

Hay enamorados persistentes, como es el caso de Ramoncito Miranda, charro mexicano que trabaja en una popular emisora radial y quien está locamente enamorado de López, a la cual le organiza serenatas y al pie del balcón le canta a la damisela encantadora sus canciones.

Cada vez que lo hace ella le lanza un cubo de agua y él, sin inmutarse, prosigue con su cantaleta. No hay duda de que este Ramoncito es un enamorado persistente y si no ha cogido una pulmonía con tanta agua es, seguramente, porque tiene una salud de hierro.

Cotorra inmóvil

Las broncas entre marido y mujer, en la cuales nadie se debe meter, son cotidianas y ocurren en todas partes del planeta. Así, el guatemalteco Fredesvindo Urrutia discutía mucho con su media naranja, todo motivado por una cotorra que trajo la mujer para la casa.

El ave parlante no cesaba de hablar y Urrutia de pelear. Cuando la mujer se negó definitivamente a desprenderse de su cotica, el marido, en una crisis, le puso cola loca en el pico y también le pegó ambas patas. Pero la esposa, ni corta ni perezosa, con agua tibia logró sacarla de tan penosa situación. No se relata el final de esta historia, aunque se deja en el aire la duda de si el hombre habría intentado después hacer fricasé de cotorra.

Descuido

Ya se sabe que los descuidos pueden ser perjudiciales. Y quien no lo crea que se lo pregunten al músico cordobés Emérito Ruiz. Él dejó abandonado su magnífico violín junto a la barra donde se daba sus habituales cañangazos. Y cuando, tras haber salido de su embriaguez, se acordó del valioso instrumento, regresó al lugar raudo y veloz. Se sintió feliz al ver el estuche en el mismo sitio, junto al mostrador de la barra…

Pero grande fue su sorpresa al comprobar que del violín de marras no quedaba ni rastro. Nadie se explica por qué no se llevaron ambos objetos, tan relacionados como lo pueden estar un guante con las pelotas. Lo cierto es que a Emérito no le va a quedar más remedio que gastarse la plata y comprarse otro violín, pues nadie ha logrado sacarle un fa y mucho menos un sol… a un estuche.

Hasta en la sopa

Casas de citas hay en todo el mundo y ya se sabe para lo que son. Pues bien, Arnulfo Vidaurreta fue a uno de esos lugares en Montevideo con su última conquista, una hermosa uruguaya, y cuando fue a sentarse en el lobby, a la espera, sus ojos quisieron salírsele de las órbitas… nada menos que su suegra estaba también robándose la base con otro hombre que, por cierto, no era su suegro.

El chismoso trascendido no cuenta sin embargo cómo negociaron ambos el engorroso asunto pues, sin lugar para las dudas, estaban compartiendo el mismo pecado. Ni que lo ideara el mismísimo Satanás. Vivir para ver… sorpresas.

jueves, abril 07, 2011

El dinero en el colchón y el colchón a la basura

Una israelí quiso hacerle un regalo sorpresa a su madre. Aprovechando su ausencia y sin consultarla, cambió su viejo colchón por uno nuevo. Cuando la madre llegó y vio el nuevo colchón puso el grito en el cielo pues en el viejo estaban los ahorros de su vida: un millón de dólares en billetes.
La madre salió corriendo hacia vertedero de basura de Khyria, localidad cercana a Tel Aviv, pero ya era demasiado tarde. El colchón y el millón de dólares habían sido despachados hacia un vertedero gigante de 3.000 toneladas, dónde desaparecieron para siempre a pesar de varios días de infructuosa búsqueda.

Un patrón generoso

Marco Colombo, 38 años, dueño de una pequeña empresa metalúrgica de Turbigo, en el norte de Italia, tuvo la suerte de ganarse un millón de euros en la lotería y sus empleados la suerte de tenerlo como patrón. En efecto, Colombo repartió más de un tercio del premio entre sus empleados, cumpliendo con la ritual promesa que hacía cada semana: “Si gano, reparto” . Dicho y hecho. Cada uno de sus cinco empleados recibió 70.000 euros (unos USD 105.000) .

Mujeres militares piden sostenes de combate

La igualdad de hombres y mujeres en los países escandinavos no admite discusión. Sin embargo, en el ejército sueco las militares se sienten discriminadas por un asunto de ropa interior ya que los hombres reciben calzoncillos de reglamento, mientras que la mujeres deben comprarse sus sostenes.
Para colmo, los sostenes comunes y corrientes no están diseñados para los rigores de la vida militar. “No están adaptados para las situaciones de combate ni de incendio y se sueltan con demasiada facilidad” , se quejó el Consejo de mujeres soldados de Suecia, que exigió “sostenes de combate” .