El colombiano Mauricio González también es un enamorado persistente, pero este ni canta ni come frutas, porque son muy caras.
En poco más de tres meses le ha escrito unas 600 cartas a la mujer que pretende conquistar para casarse con ella, seguramente sin imaginarse lo serio que es casarse.
Alguna vez hemos hablado de enamorados a los cuales les encanta enviar misivas a las damas pretendidas, pero estoy seguro de que este le ha ganado a todos los anteriores.
Lo que no se sabe es cómo encuentra temas y argumentos para mantener ese caudal de palabras.
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