viernes, abril 08, 2011

Cotorra inmóvil

Las broncas entre marido y mujer, en la cuales nadie se debe meter, son cotidianas y ocurren en todas partes del planeta. Así, el guatemalteco Fredesvindo Urrutia discutía mucho con su media naranja, todo motivado por una cotorra que trajo la mujer para la casa.

El ave parlante no cesaba de hablar y Urrutia de pelear. Cuando la mujer se negó definitivamente a desprenderse de su cotica, el marido, en una crisis, le puso cola loca en el pico y también le pegó ambas patas. Pero la esposa, ni corta ni perezosa, con agua tibia logró sacarla de tan penosa situación. No se relata el final de esta historia, aunque se deja en el aire la duda de si el hombre habría intentado después hacer fricasé de cotorra.

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