María Leeb, un pimpollito de 27 años, dedicada a trabajar en un espectáculo con un comecandela (con un artistaje un poco dudoso) resultó lesionada en sus pechos, pues, literalmente, fueron incendiados con una fogosa bocanada de Marc Hiszler, que así se llama el personaje.
La María había salido al escenario tan solo con una tanga. Y según algunos libidinosos estaba como para comérsela. Tras atar sus brazos con una soga, su compañero se le acercó y comenzó a escupir llamas a su alrededor.
A pesar de que ella le gritaba que se estaba acercando demasiado, el joven Hiszler (22 años) se hizo el desentendido (a pesar de que este suceso ocurrió en el Club de Strippers de Ausburg, en Alemania) y la pobre María sufrió las consecuencias.
Por el lamentable accidente y el descuido de su compañero, la dama sufrió quemaduras graves por lo que debió ser tratada de urgencia en el hospital local. Se vuelve aquí a repetir el refrán que dice: el que juega con candela, se quema.
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