Una mujer de 21 años murió a causa de un derrame cerebral cuando se encontraba en la novena semana de embarazo y sus hijos nacieron cuatro meses después de su muerte, un 'milagro' que pasará a la historia de la medicina. Cuando la brasileña Frankielen da Silva Zampoli Padilha llamó a su marido para quejarse de un fuerte dolor de cabeza, ya estaba en la novena semana de embarazo. Desgraciadamente, de camino al hospital, la mujer murió a causa de una hemorragia cerebral.
Tras tres días de análisis y pruebas, los médicos anunciaron la muerte cerebral de Frankielen y que sus hijos no iban a sobrevivir. "Realizamos una resonancia ultrasónica, pensando que los gemelos murieron junto a su madre, pero, para nuestra sorpresa, continuaron aferrándose a la vida. Entonces decidimos intentar salvarlos", relató Dalton Rivabem, director de la unidad de cuidados intensivos neurológicos del hospital.
El médico consultó con un colega de Portugal que se había encontrado con la misma situación y que había conseguido traer al mundo a un niño 107 días después de la muerte de su madre. También hubo otro caso en Polonia, cuando hubo un nacimiento 55 días después de la muerte de la progenitora. "El cerebro de Frankielen murió, pero otros órganos continuaron funcionando. La conectamos a un aparato de ventilación asistida para salvarle la vida y empezamos a monitorear el desarrollo de los gemelos", añadió Rivabem.
Los médicos lograron mantener las funciones vitales de la mujer durante un tiempo récord de cuatro meses. El personal del hospital Nossa Senhora do Rocio, ubicado en la ciudad brasileña de Campo Largo, no se limitó a controlar la salud de la mujer, sino que, además, trataron de proporcionar a los pequeños cariño y amor maternal. Todos los días, los médicos hablaban con los niños, e incluso les cantaban canciones. 123 días después se obró el milagro y nacieron Ana Vitória y su hermano Asaf.
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