jueves, noviembre 16, 2006

¡El viejito filtró un mazo!

Un jubilado de 88 años evitó que le robaran imitando un ataque cardíaco. Luego aprovechó la distracción y pidió ayuda: estos son los elementos fundamentales de la noticia, pero vamos con los detalles para gozar de este sainete.

Resulta que un vulgar bandido ingresó en la vivienda de un jubilado de Nilwawker, Estados Unidos, y agarrando al anciano por la espalda con un fuerte abrazo, le exigió dinero. El vejete, cuando oyó esto, se hizo el sueco y le dijo que de guaniquiqui, nada. Que estaba con una mano alante y la otra detrás.

Pero el malhechor, de 19 años, insistía... insistía: "¡Si no me da 100 dólares voy a matar a todos los que viven aquí!", dijo con tremendo desenfado. A estas alturas del brete, el anciano, que al parecer es un bicho y vive con la "chispa encendida", fingió un ataque cardíaco, con sofocación, rictus de dolor y cara morada. Actuando su agonía desesperada le pidió al ladrón que le alcanzara los lentes. Cuando el joven se los fue a alcanzar, aprovechó el jubilado para huir y solicitar ayuda. José Aguilar, que así se llama el pillo, fue atrapado a pocas cuadras del lugar y ya compareció ante la corte del condado de Nilwawker acusado de traspaso criminal, intento de robo con uso de fuerza y amenazas. En las largas vacaciones que le esperan podrá reflexionar y llegar a la conclusión de que todos los pícaros, al final, son siempre tontos.

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