Uno de ellos es Mell Spillman, del estado norteamericano de Texas, quien fue arrestado por falsificar durante 15 años más de 120 testamentos con ganancias de más de cinco millones de dólares, dinero que empleaba para comprar autos marca Ferrari.
De acuerdo con Prensa Latina, Spillman alteraba sellos y documentos para quedarse con los activos de fallecidos sin herederos, debido al cargo de funcionario público que desempeñaba este camaján de marca mayor.
Sin dudas, para algunos los muertos son un gran negocio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario